miércoles, 24 de septiembre de 2014

ESTILOS EDUCATIVOS DE LAS FAMILIAS


ESTILOS EDUCATIVOS DE LAS FAMILIAS

En la actualidad se habla mucho sobre el estilo educativo que tienen las familias, ya que repercute en el desarrollo de los hijos. Por eso hoy con este artículo quiero exponer los 4 tipos principales de estilos educativos que se dan en las familias: Autoritario, democrático, permisivo y negligente.

Resulta interesante saber las consecuencias educativas que tienen los distintos estilos sobre el desarrollo formación de los hijos. El estilo más recomendable es el DEMOCRÁTICO, y muchas actuaciones en grupos de padres se centran en facilitar y fomentar conocimientos, habilidades y herramientas que permitan desarrollar este estilo educativo, por las consecuencias tan beneficiosas para todo el grupo familiar.

ESTILO AUTORITARIO. Estilo centrado en los padres.

Establece un sistema de comunicación unidireccional y cerrado: los padres dan órdenes sin explicaciones y restringen la autonomía de los hijos e hijas, que suelen inhibirse. Es habitual el uso de castigos, amenazas y prohibiciones de manera continuada y sin ningún tipo de razonamiento.

También se caracteriza por un alto nivel de exigencia a los hijos e hijas en todos los aspectos de la vida y por que los padres no suelen ser receptivos a sus necesidades, ni cambian sus técnicas de disciplina en función del contexto ni de la edad ni de otras variables.




Posibles consecuencias educativas:

- Genera bajos niveles de autoestima, autonomía personal, creatividad y competencia social.

- Los hijos e hijas pueden mostrar sentimientos de frustración o culpabilidad al no poder cumplir los deseos de sus padres y madres.

- Pueden sentir ansiedad por el distanciamiento emocional de sus progenitores.

- Al inhibirse, los niños y niñas tienden al conformismo y a la sumisión. Suelen ser pasivos y tímidos y vivir ansiosos de obtener la aprobación de los demás. Aunque de mayores también pueden imitar el estilo paterno y convertirse en personas autoritarias.

ESTILO DEMOCRÁTICO O ASERTIVO. Estilo centrado en los hijos.

Los padres y madres explican a sus hijos las razones del establecimiento de las normas, reconocen y respetan su individualidad y sus derechos, negocian mediante intercambios verbales y toman decisiones conjuntamente con ellos, intentando fomentar comportamientos positivos e inhibiendo los no adecuados.

Las relaciones entre padres e hijos están presididas por el respeto mutuo, la cooperación y los deberes recíprocos. Los conflictos tienden a ser poco frecuentes y leves.




Posibles consecuencias educativas:

- Desarrollan el sentido de responsabilidad y la asunción de las consecuencias de sus actos.

- Adquieren competencia social y facilidad de interacción.

- Se observan actitudes de cooperación, de toma de decisiones y respeto por las reglas y de habilidades de trabajo en equipo

- Desarrollan un autoconcepto realista y positivo que se traduce en un buen nivel de autoestima y autoconfianza.

- Adquieren una elevada motivación de logro, que se manifiesta en mejores calificaciones escolares.

ESTILO PERMISIVO. Estilo basado en la tolerancia.

El control paterno es muy laxo y el nivel de exigencia muy bajo. Los padres acceden fácilmente a los deseos de los pequeños y se muestran tolerantes ante la expresión de impulsos como la ira o agresividad del menor.

Suelen brindar una excesiva protección a fin de evitar que los hijos e hijas se enfrenten a las dificultades de la vida, por lo que las normas serán muy poco estrictas. Este estilo se caracteriza por la libertad acompañada por apoyo emocional.



Posibles consecuencias educativas:

- Carecen de autocontrol de los propios impulsos y anteponen sus deseos y necesidades a los de otras personas.

- Tienden a ser egocéntricos, dependientes, con dificultades para el esfuerzo, lo que se traduce en bajos logros escolares.

- Suelen presentar altos niveles de autoestima y autoconfianza.

ESTILO NEGLIGENTE. Estilo basado en una baja exigencia paterna y en la abdicación de la responsabilidad familiar y educativa.

Muestra falta de sensibilidad e implicación por las necesidades de los hijos e hijas, sin expresión afectiva ni comunicación.

Los padres suelen renunciar a sus actividades como tales, sobre todo cuando éstas interfieren en sus intereses individuales.




Posibles consecuencias educativas:

- Muestran un escaso sentido del esfuerzo personal y bajos logros escolares.

- Los hijos e hijas desarrollan un autoconcepto negativo y graves carencias de autoconfianza y autorresponsabilidad.

- Presentan una mayor predisposición a padecer trastornos psicológicos y desviaciones graves de la conducta.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

PRIMER DIA DE COLEGIO



Después de las vacaciones veraniegas, los escolares ven como se acerca a marchas forzadas el día de vuelta al colegio. El tiempo libre, los chapuzones en playas y piscinas y un sin fin de actividades que solo se pueden hacer mientras no van al cole, se acaban y dan paso a los madrugones, mochila, los profes, los deberes, estar por un tiempo apartado de la familia y hogar, y a acostarse más temprano.
En niños pequeños que por primera vez van a acudir al cole, suele ser habitual periodos de inquietud, inseguridad, miedos y temores, ansiedad ante lo nuevo y la separación del ambiente familiar. Es probable que se levante diciendo que se encuentra mal o, directamente, que no quiere ir al cole y quiere quedarse contigo.
Es también probable que el día de su estreno escolar se asombre por los “pucheros” de otros recién llegados y de cómo se aferran a las piernas de sus padres, incapaces de comprender a cuento de qué les dejan en un sitio tan horrible y con ese aspecto de fortaleza.
Para que este periodo de inevitable adaptación al colegio sea más llevadero y corto es conveniente que los padres sigan una serie de orientaciones y consejos como los siguientes, sobre todo para los que por primera vez asisten al colegio:
1.-Enseñarle durante los primeros años hábitos de autonomía personal.
Que aprenda a hacer las cosas que realmente pueda, según su edad, por si mismo. Iniciarle e ir mejorando hábitos de aseo (lavarse las manos, la cara, hacer pis solo, etc); de vestido (ponerse ropa, quitársela…) de comida (comer de todo, usar cuchara y/o tenedor, etc.); de descanso (horas de sueño, de juegos, etc.); de socialización (juegos con otros niños de su edad, juegos en el parque, etc.),de orden y cuidado de sus cosas (recoger sus juguetes,…). Saber hacer las cosas solo y animarle para que lo consiga, le da independencia, le ayuda a mejorar, le hace sentirse capaz y le da seguridad en sus capacidades. No olvidar que los niños necesitan límites y normas y sin una excesiva concesión a caprichos. Saber decirles NO en determinadas ocasiones, y mantenerlo, les hará reconocer hasta donde pueden llegar en sus deseos. No por ello, se les quiere menos.
2.-Ensaya antes en otros ambientes.
Algún tiempo antes de llevar al hijo al colegio déjalo largos ratos con familiares o amigos para que se vaya acostumbrando a estar con otras personas y en ambientes poco conocidos por él.
3.-Enseñale el centro.
Días antes de empezar el colegio pasa por la puerta del centro, entra si te lo permiten en horario de inicio o final de clases al patio y explícale que ahí vendrá a jugar con otros niños amigos suyos. Háblale bien del colegio, de lo mucho que va a aprender, lo bien que lo va a pasar. Trasmitiendo tranquilidad y haciendo ver que tu deseas que vaya al colegio, que es importante.
4.-Preparad juntos la cartera.
El día antes de empezar el colegio convencer al niño para preparar sus cosas (babero, estuche, pinturas,…), aprovechando la ocasión para explicarle lo mucho que va a aprender con sus libros nuevos, lo que va a disfrutar con sus nuevos lápices de colores, con los cuentos y las canciones de la maestra, en los juegos con sus amigos.
5.-Háblale de sus amigos.
Si todo son pegas para empezar el cole, recuérdale que se va a encontrar con los amigos, con sus vecinos, con los compañeros de juegos del parque o de las vacaciones,..
6.-Acompañalo al colegio.
El primer día de cole acompáñalo para saludar a sus nuevos profesores ,a los que sin duda temerá porque no los conoce ,demuéstrale que te llevas muy bien con ellos. Ir con ellos y ver que la maestra conoce a los padres, le da seguridad y tranquilidad.
7.-No prolongar el adiós.
No se trata de echar a correr para no verlo llorar o aprovechar un despiste suyo para irte. Intenta despedirte de él con naturalidad y nunca eternizar el momento de marcharte. Pero nunca hay que irse sin despedirse de él porque se sentiría abandonado. Nadie le podrá evitar los lloros de los primeros días, pero si entiende que después irás a buscarlo acabará por acostumbrarse a que durante un rato tú te marchas y él se queda.
8.-Nada de faltas injustificadas.
Sobre todo las primeras semanas intenta que no falte ni un solo día al colegio, salvo por razones justificadas, ya que esto podría interferir en su adaptación escolar.
9.-Que siga con sus actividades habituales.
La vuelta al cole no debe suponer un cambio radical en la vida del niño, salvo en la organización de sus horarios de comida y sueño-descanso.
10.-Habla a menudo con el niño y los educadores.
Anímale a que hable del cole tanto de lo que él considera positivo como negativo, pero sin agobiarle a preguntas. Si le interesa o preocupa y le damos oportunidad sin forzarle, el mismo lo contará espontáneamente sin insistirle.
Conviene hablar con los educadores para intercambiar impresiones sobre la adaptación y evolución del niño, sus hábitos, sus progresos. Eso ayuda a un mejor y más preciso conocimiento de la realidad del niño. No hables mal de sus profesores delante de él porque les restaríamos autoridad y confianza. Si no estás satisfecho con ellos es mejor hablarlo personalmente.
Generalmente los niños y niñas suelen adaptarse en las primeras semanas del inicio del curso, es fundamental el apoyo de los padres y madres en este periodo para que se adapten lo antes posible.


Una vez pasado el primer curso escolar, la mayoría de los escolares afrontan bien la vuelta al colegio, de hecho tienen muchas ganas de volver a empezar, de ver a sus compañeros y amigos, a sus maestras y maestros, estrenar libros y material escolar… pero si es verdad que puede haber niños y niñas que no vivan así su regreso a las clases y sufran ansiedad ante esta situación. Para ello hablaremos de unas pautas para motivar a vuestros hijos /as en la vuelta al cole:
- Tu actitud cuenta: Aunque estés sumido en la más profunda depresión postvacacional, no es aconsejable que lo exteriorices delante de tus hijos. No puedes pedirles positividad y buen ánimo ante la vuelta al colegio si tú estás hundido porque has vuelto a tu trabajo. Los niños aprenden por imitación. Si los padres se muestran confiados y alegres ante los retos de la nueva etapa, es mucho más probable que sus hijos encaren el curso con la misma actitud. Es muy importante que los padres muestren su tranquilidad y eviten comentarios negativos acerca de la vuelta al colegio. El estado de ánimo de los padres se contagia fácilmente a sus hijos, por lo que conviene ser positivos con respecto al inicio del nuevo curso escolar.
- Ser paciente con sus altibajos: Cuando los niños están bajos de ánimo no se muestran abatidos, como los adultos, sino irritables y con poca energía. Es bueno observar si detrás de estos comportamientos puede haber problemas de ansiedad ante el nuevo curso escolar. Si es así, al niño le ayudará que le cuentes cómo superaste tú alguna situación similar o cómo te enfrentas ahora a circunstancias que te resultan, de entrada, poco atractivas. Hay que vigilar también que los nervios ante el inicio del curso no supongan un descontrol en el terreno alimenticio. También pueden notar dolor de tripa, vómitos y cefaleas. La resistencia a volver al colegio de muchos niños se traduce en síntomas físicos como el dolor de cabeza, las molestias abdominales y las náuseas.
- Hablar sin agobiar: Los padres deben estar cerca y accesibles para cuando el niño quiera hablar de sus sentimientos y experiencias en relación a la vuelta al cole, pero no se les debe agobiar ni atosigar con preguntas. Lo más probable es que, de primeras, no les apetezca contar muchas cosas, pero se irán abriendo a medida que se sientan más relajados. . El niño puede sentirse perdido, nervioso, preocupado... ante alguna circunstancia del colegio. Hay que favorecer, pues, que pueda expresar con libertad sus pensamientos y sentimientos.
- Proporcionarles información previa: Al igual que nos sucedería a los adultos si cambiásemos de compañeros, de jefe, de oficina… los niños se sienten inquietos y ansiosos ante la llegada del nuevo curso y todo lo que ello implica. Para ayudarlos debemos proporcionarles previamente toda la información de que dispongamos acerca de su nueva etapa en el colegio, pero sin hacer en ningún caso juicios de valor negativos.
- Recordar anécdotas divertidas: Unos días antes del inicio del curso es bueno recordar con el niño anécdotas pasadas o acontecimientos divertidos que haya vivido en el colegio. Si es posible, se puede quedar también con algún compañero o incluso darse un paseo por las instalaciones del colegio.
- Preparar la habitación conjuntamente: Además de organizar el material escolar necesario, es muy positivo que unos días antes de empezar el curso el niño colabore en la preparación de su dormitorio: despejando la mesa de estudio, colocando los juguetes del verano en su lugar, ordenando su escritorio… Es una tarea que le servirá para ser consciente de que las clases tienen un comienzo inminente. También es aconsejable involucrarlos en la preparación del material para que los niños vayan concienciándose del inminente comienzo del colegio, es bueno hacerlos partícipes de la preparación del material y los libros necesarios.
- Nuevos propósitos: Para que el niño se sienta motivado hacia el nuevo curso es importante hablar con él de los retos que le gustaría conseguir este año: apuntarse a una nueva extraescolar, aprender a hacer una manualidad, terminar antes los deberes… Los padres deben apoyarlo en ese propósito y mostrar toda su confianza en que lo logrará.
- Algo para estrenar: Conviene que el pequeño pueda estrenar algo material en cada curso: una mochila, un estuche, un juego de lápices o, incluso, un corte de pelo. Es un pequeño detalle que, sin embargo, le puede ayudar a acometer el curso con más ilusión.
- Vuelta paulatina a lo cotidiano: Durante el verano, los ritmos de comida y sueño cambian en relación al periodo escolar. Pero el curso llega y el niño debe estar físicamente preparado para ello. Es muy importante que descanse lo suficiente y que se alimente bien. En este sentido, conviene ir reinstaurando las viejas rutinas escolares unas dos semanas antes de que empiece el colegio. Lo primero a modificar será la hora de irse a la cama, después la hora de despertarse y finalmente el horario de las comidas, para ir adaptándose poco a poco, y sin brusquedades, a las nuevas exigencias del periodo escolar. Le ayudará física y mentalmente.
Aunque el niño se incorpore al colegio, no conviene dejarlo sin ninguna de las actividades que venía realizando hasta ahora. Con la posibilidad de disfrutar de ese ocio es más probable que supere su estado de ánimo negativo hacia la vuelta al cole.
Días antes del inicio del curso será muy positivo para el niño quedar con antiguos compañeros para ir recuperando juegos comunes y así favorecer su adaptación.
- La importancia del primer día: El niño se sentirá mucho más seguro si va acompañado de sus padres el primer día de clase. En la medida en que esto sea posible, él debe tener la tranquilidad de que ese día no va a ir solo al colegio y que sus padres estarán ahí para ayudarle con su inquietud y sus miedos. En esa primera jornada es fundamental que todo se haga con calma y sin prisas para no añadir más estrés al reencuentro escolar.

lunes, 1 de septiembre de 2014

¿QUÉ ES LA ESCUELA DE PADRES?

Hola a tod@s y bienvenidos a este blog de Escuela de Padres y Madres. En esta primera entrada quiero hablaros de lo que es la Escuela de Padres y Madres para que podais conocer que objetivos e intencionalidad tiene.

La Escuela de Padres es un espacio de información, formación y reflexión dirigido a padres y madres, sobre aspectos relacionados con las funciones parentales. Es un recurso de apoyo a las familias con menores para que puedan desarrollar adecuadamente sus funciones educativas y socializadoras, y superar situaciones de necesidad y riesgo social; es uno de los programas de carácter preventivo que contribuyen a modificaciones de conductas y a la adquisición de pautas saludables de dinámica familiar.

Algunos de los objetivos que se pretende conseguir son los siguientes:
- Favorecer la implicación de las familias en la la educación de sus hijos.
- Trabajar distintas actividades que favorezcan la comunicación entre padres/madres e hijos.
- La adquisición, por parte de los familiares, de técnicas recursos y habilidades que ayuden a conseguir los objetivos propuestos en su educación, especialmente las de modificación de conducta, habilidades sociales y de las habilidades de comunicación.
- Contactos e intercambio de informaciones con otras familias, especialistas y apoyos sociales.
- Promover el conocimiento de las características evolutivas y necesidades del niño y del adolescente.
- Detectar lo antes posible las problemáticas del grupo familiar o de alguno de sus miembros.
- Conocer la implicación de las TIC en el desarrollo integral de los niños/as.

En definitiva el objetivo principal es ir descubriendo entre todos, cuales son las mejores estrategias para educara a los niños y niñas, y ponerme a vuestra disposición para cualquier duda o consulta, sin la pretensión de convertiros en superhéroes o daros recetas mágicas para solucionar cualquier problema que surja con vuestros hijos, sino, de que entre todos colaboremos y aprendamos como equipo unos de los otros.
La idea es ir desarrollando este proyecto por medio de talleres, foros, debates, discusiones...y tratando temas que más interesen en cada grupo.